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Nutrición para escaladores

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La escalada exige fuerza, resistencia y agilidad, y la nutrición juega un papel fundamental en el rendimiento. Una alimentación equilibrada te ayudará a mejorar tu resistencia muscular, optimizar tu energía y acelerar la recuperación después de cada sesión.

Cada modalidad de escalada tiene necesidades específicas. Diseñamos planes nutricionales adaptados a boulder, escalada deportiva y alpina. Analizamos tu composición corporal, hábitos alimenticios y objetivos deportivos para desarrollar un plan que te ayude a progresar y alcanzar nuevas alturas.

La mejora en la escalada es un proceso constante, y una buena nutrición marca la diferencia. Por eso, en Bocause ofrecemos un seguimiento personalizado, tanto online como presencial, ajustando tu plan a medida que evolucionas. Con la alimentación adecuada, cada agarre, cada movimiento y cada ascenso te acercarán a tu máximo potencial.

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¿Qué incluye la dieta para escalada?

Dietas personalizadas diseñadas según tu metabolismo, objetivos y preferencias.

Coaching nutricional para enseñarte a tomar decisiones más saludables sin sacrificios.

Creación de hábitos para que comer bien y entrenar sea parte natural de tu día a día.

Medición de composición corporal para evaluar tu progreso con datos reales.

Planificación deportiva adaptada a tus necesidades de rendimiento y recuperación.

Tienda de suplementación con productos de calidad recomendados por expertos.

Beneficios de una nutrición adecuada para escaladores

Mayor fuerza y resistencia muscular: Una ingesta adecuada de proteínas y carbohidratos ayuda a fortalecer los músculos y a mantener la energía durante largos ascensos, permitiéndote rendir al máximo en cada ruta.

Energía sostenida en rutas largas: Los carbohidratos complejos ofrecen energía de liberación lenta, lo que te permite mantener tu rendimiento durante las sesiones de escalada más exigentes.

Recuperación más rápida: Las proteínas y los micronutrientes esenciales ayudan a reparar los músculos después del esfuerzo, reduciendo la fatiga y acelerando la recuperación entre entrenamientos o ascensos.

Menor riesgo de lesiones: Una nutrición adecuada contribuye a la salud ósea, articular y muscular, lo que disminuye el riesgo de lesiones por el esfuerzo repetitivo de la escalada.

Mejora en la agilidad y la concentración: Una buena alimentación también favorece la función cerebral, ayudándote a mantener la concentración y tomar decisiones rápidas y precisas durante el ascenso.

Equilibrio de energía y motivación: Una dieta equilibrada regula el sistema energético y ayuda a mantener altos niveles de motivación y enfoque, fundamentales para alcanzar nuevas metas y superar desafíos.

Salud general mejorada: Los nutrientes esenciales fortalecen el sistema inmune y mejoran el bienestar general, lo que te permitirá disfrutar más de tus sesiones y lograr un rendimiento constante.

¡Contáctanos hoy y lleva tu nutrición para escaladores al siguiente nivel!

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¿Qué información te entregamos después de venir?

Creamos tu perfil nutricional: Un plan adaptado a tus necesidades y objetivos.

Plantilla semanal: Incluye los pesos en crudo/cocinado y medidas caseras para que sigas fácilmente tu dieta.

Informe calórico: Detallamos tus necesidades nutricionales diarias para optimizar tu rendimiento.

Listado de compra: Te proporcionamos una lista con los alimentos que necesitarás para la dieta.

Dosier de fotos: Imágenes a tamaño real de los alimentos, para que puedas visualizar mejor lo que necesitas.

Menús pre-competición: Menú personalizado para la recarga de glucógeno antes de las competiciones.

Suplementación: Plan de suplementación deportiva adaptado a tu perfil y objetivos.

Composición corporal: Conoce tu porcentaje de grasa corporal y masa muscular para hacer ajustes adecuados.

Guía nutricional: Completa y personalizada, orientada a tus objetivos específicos.

Guía de dudas: Respuestas a todas las preguntas más frecuentes sobre tu dieta y suplementación.

Recetario: Recetas saludables adaptadas a tus objetivos, para que disfrutes mientras cuidas tu salud.

Acceso a formación: Accede a recursos educativos para aprender más sobre nutrición y mejorar tus hábitos alimenticios.

Una nutrición adecuada te permitirá escalar con más fuerza, mejorar tu rendimiento y reducir los tiempos de recuperación. Un plan alimenticio bien diseñado es la clave para maximizar tu potencial y alcanzar nuevas alturas.

¡comienza el cambio!

¿Quieres escalar más fuerte, más tiempo y con menos lesiones?

Energía sostenida para pegues duros y sesiones largas

El glucógeno muscular es la principal fuente de energía en la escalada, tanto en vías largas como en búlder explosivo o sesiones de resistencia.

Para llegar con los depósitos llenos, es fundamental consumir entre 1 y 2 gramos de carbohidratos por kilo de peso corporal en las dos o cuatro horas previas a escalar. Si la sesión se alarga, mantener una ingesta continua de entre 15 y 30 gramos de carbohidratos por hora en forma de fruta deshidratada, gominolas o geles ayuda a sostener el rendimiento sin fatiga prematura. Al acabar, combinar 1.0-1.2 g de carbohidratos/kg con 0.3-0.4 g de proteína/kg acelera la recuperación y reduce el riesgo de sobrecarga muscular en antebrazos y dedos.

Hidratación y sales para sesiones indoor o en roca

La deshidratación compromete tanto la fuerza como la coordinación. Antes de escalar, conviene ingerir entre 400 y 600 ml de agua con sodio, especialmente si el ambiente es cálido o la sesión será exigente.

Durante la actividad, sorbos regulares de bebida isotónica suave, cápsulas de sales o snacks salados como arroz inflado o frutos secos con sal ayudan a mantener el equilibrio. Al terminar, es importante reponer con 1.2-1.5 litros de agua por cada kilo de peso perdido, junto con electrolitos para una recuperación completa.

Comer antes de escalar sin sentir pesadez

La comida previa debe aportar energía sin generar molestias digestivas. Unas dos horas antes, combina carbohidratos de rápida asimilación con proteína magra y bajo contenido en grasa o fibra. Pan blanco con miel y yogur, crema de arroz con claras y fruta, o un batido con avena, plátano y proteína whey son opciones válidas. Si la vía o la sesión lo requiere, puedes añadir un gel o algunos dátiles entre 10 y 15 minutos antes del primer pegue.

Cómo mantener el rendimiento durante la sesión

En escaladas largas, encadenes múltiples o jornadas en roca, reponer energía de forma regular es esencial. Tomar entre 15 y 30 gramos de carbohidratos cada 45 a 60 minutos evita vacíos energéticos. Puedes utilizar frutas deshidratadas, gominolas blandas o barritas ligeras, acompañadas de bebidas con electrolitos suaves o cápsulas si el calor y el sudor lo exigen.

Suplementos que sí funcionan en escalada

Algunos suplementos pueden ser integrados de forma estratégica en la rutina del escalador.

  • La creatina monohidrato, en dosis de 3 a 5 g diarios, mejora la fuerza, la potencia y el mantenimiento de isometrías.
  • La proteína whey es una excelente aliada post-sesión, con tomas entre 20 y 40 g para optimizar la recuperación muscular.
  • En momentos concretos, como sesiones en ayunas o periodos de definición, los aminoácidos esenciales también pueden ser útiles.
  • Para optimizar el rendimiento, la cafeína (3-6 mg/kg) mejora el enfoque y la coordinación si se toma 30-60 minutos antes.
  • La beta-alanina, tomada diariamente durante varias semanas, ayuda a tolerar repeticiones de esfuerzo.
  • Y el bicarbonato sódico, ajustado a la tolerancia individual, puede ser útil en bloques de volumen o resistencia intensa.

Recuperación: fundamental para escalar más días seguidos

Tras la sesión, una combinación rápida de carbohidratos y proteína (como un batido con plátano) favorece la reposición energética. Entre una y dos horas más tarde, una comida sólida que incluya hidratos complejos, proteína completa y grasas saludables consolida la recuperación. Micronutrientes como el magnesio, el hierro, la vitamina D o el calcio también deben estar presentes.

Dormir bien es igual de importante que entrenar fuerte: una buena noche de descanso mejora la síntesis proteica, reduce el riesgo de lesión y facilita la adaptación. Tomar 30-40 g de caseína antes de dormir puede ser útil en días especialmente intensos.

Enfoque, precisión y control: también se entrenan desde el plato

La escalada requiere atención, memoria visual, toma de decisiones y control del miedo.

Nutrientes como la tirosina (presente en huevos, atún o lácteos) o los ácidos grasos omega-3 (nueces, chía, pescado azul) apoyan el rendimiento cognitivo. La combinación de cafeína con L-teanina mejora la concentración sin generar sobreexcitación.

Incluso una ligera deshidratación puede reducir la claridad mental y la coordinación, por lo que la hidratación constante también es una herramienta para escalar mejor.

Escalar más días, con menos lesiones y sin comprometer tu físico

Para progresar sin lesionarte, es fundamental cuidar tanto los tendones como el equilibrio entre rendimiento y composición corporal.

Incluir colágeno hidrolizado junto con vitamina C antes de entrenar favorece la síntesis de tejido conectivo, al igual que mantener una ingesta suficiente de proteína (entre 1.6 y 2.0 g/kg diarios) y cubrir micronutrientes clave como zinc, cobre, manganeso y vitamina D.

En viajes o jornadas de multilargos, donde la alimentación depende de lo que puedas cargar, conviene optar por snacks densos en energía como barritas, dátiles con crema de frutos secos o mini sándwiches. Las cápsulas de sales son útiles para hidratar sin añadir volumen. Tras cada vía, un batido con carbohidratos y proteína acelera la recuperación y mantiene el ritmo durante varios días.

Además, si buscas definir sin perder fuerza, puedes ajustar la ingesta en días de menor volumen, manteniendo los hidratos donde realmente marcan la diferencia: en las sesiones clave. Escalar ligero no significa escalar con déficit, sino con estrategia.

La escalada no se entrena solo en el muro. También se construye desde la nutrición.

Preguntas frecuentes – Dieta para escaladores

La escalada exige fuerza máxima, control, resistencia localizada y enfoque mental. Una nutrición adecuada mejora tu capacidad para generar fuerza repetida, retrasa la fatiga en dedos y antebrazos y acelera la recuperación entre pegues o sesiones. Además, te ayuda a mantener un porcentaje graso óptimo sin perder potencia, algo importantísimo en vías exigentes o pasos técnicos. Da igual la modalidad que practiques, indoor, búlder, deportiva o en roca, comer bien no es opcional: es parte del rendimiento.

Lo ideal es comer entre 90 y 120 minutos antes de escalar. Esa comida debe ser rica en carbohidratos de absorción media o rápida, incluir algo de proteína magra y ser baja en grasa y fibra para evitar pesadez. Algunas opciones eficaces: pan blanco con miel y yogur, batido de avena, plátano y proteína whey, o crema de arroz con claras y fruta. Si necesitas un extra de energía justo antes, puedes añadir un gel o 2–3 dátiles 10 minutos antes de empezar la sesión.

Sí, especialmente en sesiones prolongadas o con muchos pegues. Tomar 15–30 g de carbohidratos cada 45–60 minutos ayuda a mantener el rendimiento, retrasar la fatiga muscular y sostener la concentración. Puedes usar frutas deshidratadas (dátiles, orejones), gominolas blandas o pequeñas barritas energéticas. También es importante reponer electrolitos con sorbos de bebida isotónica o cápsulas de sales, sobre todo si entrenas en calor o durante muchas horas. Así mantienes fuerza y precisión sin vacíos energéticos.

La clave está en reponer glucógeno, reparar el tejido muscular y rehidratarse. En los primeros 30–60 minutos tras escalar, combina carbohidratos rápidos (1–1.2 g/kg) con 20–40 g de proteína, por ejemplo con un batido de proteína + plátano o yogur con miel y cereales. Después, haz una comida sólida 1–2 h más tarde con carbohidratos complejos, proteína completa y grasas saludables, como arroz con pollo y verduras o una tortilla con patata y fruta. Hidratarte bien y descansar serán igual de importantes para poder volver a darlo todo en la próxima sesión.

Algunos suplementos bien utilizados pueden marcar la diferencia en escalada:

  • Creatina monohidrato (3–5 g/día): mejora la fuerza, la potencia y la capacidad de mantener esfuerzos isométricos.
  • Cafeína (3–6 mg/kg): útil antes de escalar para aumentar el enfoque, la coordinación y retrasar la fatiga.
  • Beta-alanina (en fase de carga): ayuda a tolerar mejor repeticiones y volumen alto en sesiones largas.
  • Proteína whey: para facilitar la recuperación post-entreno.
  • Bicarbonato sódico (0.2–0.3 g/kg): puede ser útil en sesiones de resistencia o bloques duros, aunque debe probarse previamente por su efecto digestivo.

En Bocause evaluamos si tiene sentido incluirlos en tu caso y cómo integrarlos sin molestias.

La hidratación en escalada debe ser constante y ligera, ya que incluso una deshidratación leve puede afectar la coordinación, la fuerza de agarre y la claridad mental. Antes de escalar, bebe 400–600 ml de agua con sodio (300–500 mg/L). Durante la sesión, toma sorbos regulares de agua o bebida isotónica suave, especialmente si entrenas en rocódromo con calor o al aire libre. En días largos o sesiones exigentes, puedes añadir cápsulas de sales o alimentos salados naturales (frutos secos con sal, galletas de arroz). Después, repón con al menos 1.2–1.5 L por cada kg de peso perdido, junto con electrolitos.

La escalada somete a gran tensión a tendones, ligamentos y tejido conectivo, especialmente en dedos, codos y hombros. Para fortalecerlos, es clave una ingesta adecuada de proteína total (al menos 1.6–2.0 g/kg/día) y una buena base de micronutrientes como magnesio, zinc, manganeso, cobre y vitamina D. Además, tomar colágeno hidrolizado + vitamina C o gelatina natural + zumo cítrico unos 30–60 minutos antes de escalar puede favorecer la síntesis de colágeno en tejidos conectivos. Cuidar los tendones desde la cocina es parte del progreso en la pared.

En salidas largas, necesitas alimentos compactos, energéticos y fáciles de digerir. Recomendamos: barritas densas, sándwiches pequeños, fruta deshidratada con crema de cacahuete, cápsulas de sales, geles y alguna bebida isotónica. Tras cada vía o bloque exigente, combina carbohidratos rápidos con algo de proteína para evitar vacíos de energía. Al final del día, prioriza una buena comida con CH complejos y proteína de calidad para acelerar la recuperación.

Sí, pero debe estar muy bien ajustada. En Bocause planteamos estrategias de definición que priorizan una alta ingesta de proteína, una distribución inteligente de los hidratos en torno a las sesiones, y un déficit calórico moderado para no comprometer ni la fuerza ni la recuperación. El objetivo es reducir el porcentaje graso sin perder masa muscular ni energía para los pegues. Aprendes a comer según tu volumen de entrenamiento, y no te faltan hidratos los días que más los necesitas.

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